Introducción.
Hay algo que los humanos no podemos evitar: El deseo de siempre saber más y el deseo de siempre ir más allá. Cuando quisimosexplorar las profundidades del océano, donde existen altas presiones, nacieron los buzos. Cuando quisimos explorar las entrañas de la tierra, donde existe temperatura y humedad extrema, nacieron los mineros. Cuando el agua y la tierra no nos fueron suficiente reto, miramos al cielo y hacia allá quisimos ir, con presiones bajas, microgravedad, radiación y temperaturas extremas, nacieron los astronautas, que añadieron al aislamiento, elestrés psicológico y a la fatiga a la lista de retos. Para hacer frente a estos problemas sin precedentes, nacieron las ciencias aeroespaciales, y entre ellas, la medicina espacial, tema central de esta columna.
Desarrollo.
La medicina espacial es la práctica de la medicina aplicada en el ser humano en el espacio exterior, incluyendo también el uso de la ciencia y tecnología para la prevención o el control de la exposición a los peligros que pueden causar problemas a la salud de las personas que se exponen a viajes espaciales.
Desde mucho antes de aquel 20 de julio de 1969, en el que Neil Amstrong, junto con Buss Aldrin y Michael Collins en la Misión Apolo 11 lograra la primer caminata lunar, ya se tenía la pregunta: ¿Qué sucede en los seres vivos cuando son lanzados al espacio? Bueno, la respuesta era simple pero cruel: Manda un ser vivo entrenado al espacio y vemos que pasa. A esta respuesta, nació Laika en 1957 (Fig. 1).
Lamentablemente, la perrita Laika solo sobrevivió unas pocas horas en el espacio exterior debido a fallos en los sistemas vitales de su capsula. Pero su sacrificio no fue en vano, se recolectaron datos, sobre todo del sistema cardiaco y respiratorio, así como datos técnicos, para que en 1964, por primera vez un médico, Boris B. Jegorow, realizara un viaje espacial (Fig. 2).
México ha tenido participación en la historia de la medicina espacial, con el doctor Ramiro Iglesias Leal, quien, además de haber sido el fundador de la Asociación Mexicana de Medicina Aeroespacial, fue el primer ser humano en recibir e interpretar un electrocardiograma enviado desde una nave espacial. Este electrocardiograma fue el del astronauta Anders, tripulante del Apolo VIII, quien mando su electrocardiograma a la tierra en diciembre de 1968. (Fig.3)
No fue hasta después del funcionamiento total de la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) en el año 2000, que se observaron cambios trascendentales en la fisiología humana por el ambiente espacial a largo plazo. Todos estos cambios son retos médicos que pueden condicionar la exploración espacial. Pero estos retos, son tema de otro número.
Conclusiones
El futuro nos está alcanzando y la exploración espacial es una realidad que necesita soluciones, principalmente médicas, para que el ser humano pueda conquistar el espacio exterior.
Bibliografía
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