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Foto del escritorRubén Reyes Miranda

¿Qué tan común son las cardiopatías por enfermedad de Chagas?

Por: Rubén Reyes Miranda





La enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana es una parasitosis originaria del continente americano. En la naturaleza, Trypanosoma cruzi se transmite vectorialmente a través de diversas especies de chinches triatominos, sin embargo, se han descrito otros mecanismos de trasmisión no vectorial a través de productos sanguíneos, trasplante de órganos y transmisión de la madre a su hijo. También se ha demostrado la transmisión oral por la ingestión de alimentos contaminados con heces de los chinches infectados.


Actualmente es considerada la tercera parasitosis más común a nivel mundial afecta a unos 10-12 millones de personas en el mundo y el proceso de urbanización en América Latina y los movimientos migratorios desde los países endémicos han posibilitado que la enfermedad de Chagas sea diagnosticada en zonas donde la infección no es endémica. Se considera que un 20-30% de las personas infectadas por T. cruzi desarrollarán a lo largo de su vida alteraciones cardíacas.


La enfermedad presenta tres estados: la fase aguda, poco después de la infección, la fase indeterminada y la fase crónica que puede desarrollarse incluso pasados diez años.

En la fase aguda aparece un nódulo cutáneo llamado chagoma en el sitio de inoculación, y cuando la inoculación es en el ojo aparece el signo de Romaña.





Esta fase puede ser asintomática o producir fiebre, linfadenopatías, aumento de tamaño del hígado y bazo y en ocasiones, una miocarditis o meningoencefalitis con pronóstico grave. El 30-40 % de los casos chagásicos llegan a la etapa crónica que se caracteriza por miocardiopatía difusa grave que representa un 20-30 % de los pacientes, megaesofágo o megacolon en un 10 %, el 5 % desarrolla alteraciones neurológicas y un 10 % presenta formas mixtas. El resto permanecerá en la forma indeterminada, sin ningún tipo de manifestaciones durante toda su vida.


Durante la fase aguda de la infección, el tratamiento de la enfermedad de Chagas se centra en matar al parásito. En las personas que padecen la enfermedad de Chagas crónica, ya no es posible matar al parásito. El tratamiento en esta última fase trata acerca de controlar los signos y síntomas. También puedes tomar medidas para prevenir infecciones.


La miocardiopatía chagásica se caracteriza por fibrosis en el intersticio o espacio entre el miocardio o músculo del corazón, un adelgazamiento y debilitamiento de la pared cardíaca, en especial a expensas del ventrículo derecho, una de las cámaras del corazón. Esta fibrosis o cicatrización afecta al sistema de conducción eléctrica del corazón principalmente la rama derecha del haz de His, por lo que el individuo con miocardiopatía chagásica presenta signos de insuficiencia cardíaca derecha y bloqueo de rama derecha.

Por razón de los trastornos sobre el sistema de conducción cardíaca, la miocardiopatía chagásica se caracteriza por una prevalencia elevada de circuitos eléctricos localizados en el epicardio más que en el endocardio, que causan trastornos del ritmo cardíaco, especialmente extrasístoles y taquicardia ventricular, es decir, una contracción veloz de los ventrículos del corazón.


La insuficiencia cardíaca (IC) es la forma de presentación clínica más frecuente y la muerte súbita cardíaca constituye la mayor causa de muerte, con una prevalencia de un 55 a un 65 % de los casos. Sin embargo la cardiopatía chagásica crónica (CCC) se asocia con gran frecuencia a anomalías del ritmo, la conducción y a episodios tromboembólicos, estos últimos pueden causar aproximadamente 50 000 muertes anuales.

Las alteraciones cardíacas aparecen de forma progresiva a los 20-30 años de la infección. No obstante, un 5-10% de los pacientes presentan durante la fase aguda una miocarditis de evolución rápida hacia una forma grave de cardiopatía de Chagas. Es raro que en pacientes que se encuentran en la fase crónica de la enfermedad, con afectación cardíaca leve, pueden presentar una agudización súbita con intensa parasitemia y clínica de insuficiencia cardíaca aguda; cabe resaltar que los tratamientos inmunosupresores favorecen también estas reagudizaciones.


Se ha demostrado que en los exámenes macroscópicos de los corazones de pacientes chagásicos crónicos que murieron de Insuficiencia Cardiaca (IC) revela una marcada dilatación ventricular bilateral, a menudo con el lado derecho del corazón más dilatado que el izquierdo. El adelgazamiento de las paredes ventriculares es común, así como los aneurismas apicales, de la pared posterior del ventrículo izquierdo y el desarrollo de trombos murales.


Para descartar que un paciente con infección por T. cruzi tenga afectación cardíaca, se debe practicar una anamnesis y una exploración física completas, un electrocardiograma, una radiografía de tórax y un ecocardiograma. Los síntomas y signos de exploración física en la cardiopatía chagásica son los propios de las miocardiopatías en general y ninguno de ellos es patognomónico de esta enfermedad.



 

BIBLIOGRAFÍA


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· Gascón, J., Albajar, P., Cañas, E., Flores, E., Gómez, J., Herrera, R. et al. (2008). Diagnóstico, manejo y tratamiento de la cardiopatía chagásica crónica en áreas donde la infección por Trypanosoma cruzi no es endémica. Rev ELSEVIER. 26 (2): 99-106.

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