La palabra microbiota se refiere al conjunto de microorganismos presentes en un ambiente definido, por lo que el término no debe ser confundido con microbioma, el cual describe un hábitat formado por el conjunto de microorganismos y su material genético, sometidos a las condiciones ambientales del medio en que encuentran. El estudio del microbioma humano se remonta al origen mismo de la Microbiología. Científicos como Pasteur, Metchnikoff y Escherich intuían que ciertos microorganismos presentes en el cuerpo humano podían contribuir a los procesos homeostáticos incluso con mayor fuerza que los otros microorganismos generadores de enfermedad.
La medicina del siglo XXI se ha propuesto continuar el trabajo iniciado por los pioneros del microbioma, logrando confirmar la influencia positiva de ciertos microorganismos en procesos bioquímicos elementales como el metabolismo de azúcares y ácidos grasos, la síntesis de moléculas del sistema inmune, la maduración del sistema nervioso central, e incluso la gestación y el envejecimiento. Una vez reconocida la influencia positiva del microbioma humano en la salud, también se han estudiado las posibles repercusiones si el microbioma fuera perturbado, y la conclusión ha sido sorprendente al observar que, por ejemplo, dietas altas en lípidos y azúcares modifican la composición de la microbiota intestinal, favoreciendo el desarrollo de enfermedades como la diabetes mellitus e hígado graso, o que el uso excesivo de antibióticos puede propiciar el desarrollo de microorganismos en el colon con capacidad de destruir el tejido intestinal.
El efecto de la actividad microbiana diferente a la infección también ha sido evaluado en el sistema nervioso central. La existencia de un vínculo directo entre las células que nutren al cerebro, las células intestinales y su microbiota, queda en evidencia al estudiar la microbiota de pacientes que cursan con enfermedad de Parkinson o Alzheimer, la cual resulta tener una composición distinta a la de las personas sin enfermedad neurológica.
Como la creciente evidencia lo demuestra, el microbioma es una pieza fundamental en la salud y requiere de un riguroso estudio para comprender mejor las enfermedades a las que nos enfrentamos actualmente, y poder diseñar medidas preventivas y terapéuticas efectivas para tales enfermedades, en un futuro cercano.
BIbliografía
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