La presencia de síntomas depresivos y ansiosos en los estudiantes de medicina es un fenómeno que se ha observado en una serie de estudios llevados a cabo en diferentes países al rededor del mundo. Se sabe que los estudiantes de medicina tienen con mayor frecuencia síntomas depresivos (12.9%) en comparación con la población general, siendo estos síntomas más comunes en las mujeres que en los hombres (16.1 : 8.1%).
Con una prevalencia que puede elevarse al 35%, se identifican factores de riesgo, tales como: factores estresantes que acompañan a la carrera de medicina, como la falta de sueño, pacientes difíciles o cargas importantes de trabajo, siendo estos de importancia significativa para el desarrollo de signos y síntomas depresivos.
En México, un estudio realizado por Díaz, et al. reveló que el 24.4% de los alumnos de primer ingreso de la licenciatura de la UNAM padecían algún trastorno psiquiátrico. Por su parte, Fouilloux evaluó los probables casos de trastornos mentales en alumnos de los primeros años de la Facultad de Medicina y encontró que el 10.5% de los alumnos sufrían algún tipo de trastorno mental. Los síntomas más frecuentemente reportados por los alumnos fueron disminución de la concentración, estado de ánimo depresivo y ansiedad.
Aunque parezca irónico, los estudiantes de Medicina y médicos profesionales presentan una mayor incidencia en trastornos mentales que la población en general. La formación y el ejercicio de la profesión galena, según Arantxa Santa-María (psiquiatra), se asocia a la alta prevalencia de patologías como depresión, estrés, conductas autodestructivas o burnout. Para una mayoría de médicos resulta complicado pedir ayuda y, en muchos casos, procuran ocultar su sufrimiento mental hasta que es incapacitante o se producen consecuencias nefastas.
En muchos estudios realizados sobre depresión, y otros trastornos mentales en estudiantes de Medicina, se han tenido en consideración algunos de los factores principales que afectan la salud mental de esta población, tales como:
· El estrés general.
· La carga académica.
· La excesiva carga de trabajo.
· La exposición al sufrimiento y a la posible muerte de sus pacientes.
· La interacción con otros profesionales médicos.
· La limitada vida social.
· La poca convivencia familiar.
· Las pocas horas de sueño.
· Las responsabilidades de la Administración Hospitalaria.
· Los riesgos laborales.
· Relaciones sentimentales/amorosas inconstantes y a distancia.
· Tratar con las quejas de los pacientes y sus familiares, entre otros.
Depresión y suicidio en estudiantes de medicina: una problemática de todos.
JAMA (Journal of the American Medical Association), prestigiosa revista científica, a través de un metaanálisis -recurso de investigación con los niveles más altos de evidencia- que estudió a 122.356 alumnos de la carrera médica de 43 países, señala que la depresión está presente en el 27,2% de estudiantes de Medicina del mundo, y que la ideación suicida prevalece en el 11,1%. Según cálculos de la OMS, estas cifras están muy por encima del valor de 8% de prevalencia promedio de depresión en personas jóvenes. Sin embargo, y a pesar de la alta prevalencia de depresión en estudiantes de medicina, sólo el 15,7% de aquellos que dieron positivo para los criterios de depresión buscó tratamiento psiquiátrico.
A pesar de estas alarmantes cifras, son pocos los estudiantes que buscan el tratamiento de un proveedor de atención médica o psicológica. Tan solo el 16% que fueron evaluados en este estudio realmente buscaron ayuda profesional. Esto resulta muy paradójico, ya que los estudiantes de medicina deberían poder reconocer los signos y síntomas mejor que nadie.
El entrenamiento médico es notoriamente estresante y competitivo, requiriendo largas horas de estudio, entrenamiento, y permanecer despierto desde las etapas de formación. Otros factores que contribuyen a las tasas más altas de depresión de los médicos incluyen estigma contra la búsqueda de atención de salud mental y limitaciones de tiempo para hacerlo.
Ideas suicidas, ¿cómo manejarlas?
· Acude a un profesional cuando sientas que la depresión afecta tu vida; pedir ayuda no debe generar vergüenza sino, orgullo.
· Realiza actividades nuevas y motivadoras; haz esa actividad que siempre quisiste hacer, pero nunca te atreviste (curso de canto, clases de cocina, paseos familiares…)
· Dedica tiempo semanal para tus amigos y familia.
· Dedica tiempo todos los días para actividades que te gustan.
· Mejora tus hábitos alimenticios.
· Realiza ejercicio con frecuencia, al menos 5 veces por semana.
· Exprésate. Encontrar una persona de confianza y que quiera escuchar tus problemas es muy útil.
· Mantén un calendario diario de actividades. Tener tu vida en orden puede ayudar mucho para los síntomas depresivos.
· Libera la culpa. Estar deprimido no es culpa tuya. Sin embargo, sí es responsabilidad tuya el decidir cómo lidiar con ella.
Referencias
López, J. B. (2013). Factores que predicen depresión en estudiantes. Gaceta Médica de México, 598-604.
Martin, G. H. (2010). Guía clínica para el manejo de la depresión. CD MX.
Pérez-Padilla, E. A. (2017). Prevalencia, causas y tratamiento de la depresión Mayor. Revista Biomédica. , 73-98.
Salud, O. M. (7 de abril de 2017). Campañas mundiales de salud pública de la OMS. Obtenido de Aspectos esenciales de la campaña: https://www.who.int/campaigns/world-health-day/2017/campaign-essentials/es/
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